Cristo rompe las cadenas

El valor de una obediencia como Dios manda

Hola. En este hermoso día, Me gustaría que reflexionemos sobre el valor de la obediencia y en la esperanza que nos da la justicia del Eterno. Para ello, veamos primero unos cuantos versículos, extraídos directamente de nuestro manual de vida: la Biblia.

El pecado que separó al hombre de Dios

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado”.

Génesis 2:7-8

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”.

Génesis 2:15-17

“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 

Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

Génesis 2:21-24

¿Por qué debemos hacer de la obediencia parte de nuestra esencia?

La obediencia debe ser parte de nosotros mismos. Debe ser algo que nos salga de forma natural. Sin que tengamos que pensarlo. Veamos la siguiente cita bíblica.

“Hijos, obedeced en el Señor Jesús a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”

Efesios 6:1-3

En medio de la ignorancia en la que vivo, puedo entender que Adán y Eva son nuestros primeros padres aquí en la tierra. Y espiritualmente tenemos a los profetas como si fuesen Adán en representación del Antiguo Testamento

Luego de La Primera Venida de Nuestro Señor Jesús, nace de La Costilla del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento para, nuestro Señor Jesucristo, representar a Adan y a Eva , he allí a nuestros padres que debemos obedecer como lo dice La Palabra.

Josué 1:8 lo dice más claro: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

Timoteo 4:1-2 refuerza la cita anterior: “te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

¿Quieres ser salvo? Obedece, como lo dice la Palabra

Dos pequeñas porciones de La Biblia que nos indican claramente a quién debemos obedecer. Sabiendo que en toda La Biblia existe mucha más información acerca de obedecer a Dios en cada uno de los libros que allí tenemos.

Por eso por eso debemos leer La Biblia, aunque entre algunos hermanos en la fe no lo hacen , aunque los aborrezcan por eso. La falta de entendimiento de la Palabra, lo lleva a hablar conforme a su propio entendimiento y no conforme a La Palabra de Dios.

Por esos hermanos , debemos orar con mucho amor, y que el amor sea sin fingimiento. Porque Dios no puede ser burlado y Él conoce las intenciones más profundas de nuestros corazones. ¡La Paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con todos!

Voy a cerrar este texto con una de las joyas de la Biblia:

“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos.  No me entregues a la voluntad de mis enemigos; 

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”.

Salmos 27:10-14

Amado lector, cuéntanos lo que haces para cultivar el valor de la obediencia. Espero tus comentarios. ¡Bendiciones de Lo Alto para todos! En especial para los que llegaron hasta el final.

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