Un día los opositores de la ideología marxista dijeron que un fantasma se apodera de la humanidad: el fantasma del comunismo. Y hoy en el panorama mundial vemos que un letal virus trajo consigo un espíritu de temor, enfermedad y muerte.
Mismo virus que además ha recorrido los más recónditos lugares de éste maravilloso planeta creado por Dios. Infundiendo temor en toda la humanidad.
El hombre se ha creído que él es el dueño de todo y se olvidó de su creador. Ahora fue capaz de crear un virus. Parece ser un plan de auto-exterminio masivo de la humanidad. Pero todo está escrito.
En Mateo 24:7 lo dice: “porque se levantará nación contra nación, y reino; contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Jesús nos llama siempre a buscar el reino de Dios y su justicia; pero el hombre le ha dado la espalda a Dios y su santa palabra no regresa vacía”.
Todos se afanan ante la crisis, pero solo Dios tiene la respuesta. Un viejo proverbio dice: “Las palabras vuelan, los ejemplos arrastran».
La verdadera iglesia, el verdadero pueblo de Dios en todos los tiempos siempre ha prevalecido; la humanidad siempre ha sido expuesta por los pecados. La pandemia que vivió la iglesia primitiva fue peor.
La iglesia ha prevalecido durante todos los tiempos. Por ejemplo, en Génesis 6, Noé hablaba del diluvio y no creyeron, ahora tampoco creen en la segunda venida de Cristo. ¡CRISTO VIENE!