Cómo orar a Dios correctamente: Guía de 12 pasos
La oración es la forma que Dios instituyó para que nos comuniquemos con Él. No importa cómo nos sintamos o lo que queramos decir en ese momento, la conexión a través de una oración a Dios solo se logra a través de la alabanza, la adoración, el ayuno y, por supuesto, la oración. Pero, ¿cómo orar a Dios correctamente? En las próximas líneas veamos 12 pasos básicos e imprescindibles para lograr conectarnos en oración con nuestro Padre Celestial.
Cómo orar a Dios correctamente: una guía de 12 pasos para que tu oración llegue a la presencia de Dios
Millones de personas alrededor del mundo confían en poner sus cargas y peticiones en las manos de un Dios supremo, sobrenatural y todopoderoso.
4 de cada 10 cristianos sienten que su oración no es escuchada
Según datos de la encuesta realizada por Lifeway Research y publicada por Protestante Digital, un importante 38% de la población dice que siente que su oración no es escuchada o no está seguro de que lo sean.
Esta guía sobre cómo orar a Dios correctamente es un buen comienzo
hemos elaborado esta guía rápida para que aprendas a Cómo hacer una oración a Dios correctamente. Al seguir estos pasos, lograrás una comunicación con Dios de forma correcta, y también, sentirás que tu oración es escuchada.
Paso 1: Despeja tu mente
Con el ritmo de vida que llevamos, es normal que nos sintamos agotados con frecuencia. Hacer una oración a Dios es entablar la conversación más importante del día. Por lo tanto, es imprescindible despejar la mente. Para despejar tu mente antes de orar, haz lo siguiente:
Evita la distracción. Si tu mente está distraída, lo más probable es que divagues mientras oras. Si intentas orar, mientras tu mente se concentra en otra cosa, no lograrás conectarte con Dios.
Antes de orar, tómate unos minutos para relajarte. ¿Eres músico? Toma el piano o la guitarra y canta una alabanza. Pero no tienes que ser un artista para relajarte, solo haz algo que te guste, pero que te ayude a conectarte con Dios. Habla con un amigo sobre una cita bíblica, lee un salmo, examina un versículo de proverbios, etcétera.
Haz lo que te guste, pero haz que te ayude a conectarte con Dios. La mejor forma de despejar la mente es hacer algo que cause placer. Leer, hacer o escuchar música y pintar son ejemplos de ello. Pero recuerda que vas a hacer una oración a Dios, por lo tanto, debes entrar en ambiente de búsqueda de Su presencia.
Este es el primer paso de esta emocionante guía para aprender cómo orar a Dios correctamente.
Paso 2: Busca un lugar íntimo
Busca un lugar privado. Dios habló a los líderes de la antigüedad en privado. Por lo tanto, toda oración a Dios debe hacerse en privado. Así lo dijo Jesucristo en Mateo 6:6 “ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te lo recompensará en público”. En ese sentido, es recomendable que hagas lo siguiente:
El lugar ideal para hacer una oración a Dios es tu habitación. Pero si no estas en casa, busca una esquina, un salón vacío o haz la oración en tu vehículo.
Evita el ruido. Es difícil concentrarse si se tiene un vecino ruidoso o si se está en un lugar donde la música no deja escuchar a los demás. Si no puedes evitarlo, cierra todas las puertas de tu casa y de tu habitación para disminuir la incidencia del ruido.
Evita molestias. Si tienes hijos pequeños, lo ideal es dormirlos o dejarlos viendo televisión, antes de hacer tu oración. Evita las molestias de tu mascota o de alguna persona que esté contigo en ese momento.
Paso 3: Escribe tu oración
Escribe lo que quieres expresar en tu oración. La oración a Dios debe ser algo genuino, natural. Dios no solo es tu Padre Celestial, también es tu mejor amigo. Pero cuando se es nuevo en esto, escribir la oración ayuda mucho. Cuando te acostumbres, en poco tiempo, las palabras fluirán solas en tus labios..
Incluso cuando ya tienes mucho tiempo en los caminos del Señor y ya te consideras un experto en la oración, escribir algunos detalles de tu oración no está mal. A continuación, algunas recomendaciones para escribir tu oración a Dios:
Escribe el título de tu oración. No tiene que ser algo muy complejo. Haz un título según el motivo de tu oración. Por ejemplo: oración de acción de gracias; oración de sanidad; oración para un amigo; etcétera.
Piensa en todas las cosas que quieres decirle a Dios. Enfócate en cada detalle. Si oras por un amigo, por ejemplo, piensa en su trabajo, estudios, familia, sus proyectos y sus miedos y ora por cada uno de los aspectos de su vida.
Escribe tu oración siguiendo el modelo de Jesús de Mateo 6:5-15.
Utiliza una guía de oración. Son un recurso muy valioso, ya que te facilitan conseguir la inspiración que necesitas para cada ocasión en la que necesites orar.
En Amazon puedes conseguir varias muy buenas, a precios muy asequibles. En Internet, puedes encontrar guías de oración a Dios gratuitas muy completas, como la del Proyecto Alcanzando Fronteras para Cristo (PALFCRIS).
Paso 4: Toma la postura correcta
¿Ya agotaste los tres primeros pasos de esta guía sobre cómo orar correctamente? Ahora, busca la mejor postura para ti. Antes de empezar a explicar este paso, debes tener algo muy claro: no hay una única postura correcta para hacer una oración a Dios; hay varias. Muchas personas oran de pie, otras de rodillas y otros tantos sentados. Todos estas posturas son correctas. Además, la postura que debes tomar dependerá de las circunstancias.
Por ejemplo, si haces la oración a Dios para bendecir los alimentos junto a tu familia, lo ideal es que esa oración todos se encuentren sentados en la mesa, con los alimentos listos para servir, ojos cerrados y manos cerradas. Esto se hace para tomar actitud de oración y dar a entender que se está en un momento especial.
Aunque en algunas ocasiones se puede hacer una oración a Dios con los ojos abiertos, lo ideal es cerrar los ojos, siempre que se pueda. Los ojos cerrados ayudan a evitar la distracción y a centrar toda la energía en una sola cosa: la comunicación con Dios.
La postura de rodillas es la ideal. De hecho, los rabinos también inclinan el cuerpo hacia el piso, de rodillas. Es una posición de sumisión al Señor. De humillación ante Su Presencia. Pero, dado que la oración debe hacerse en cualquier momento, no siempre es posible tomar esta posición.
Paso 5: Dirígete a Dios por Su Nombre
Muy bien. Ya vamos a comenzar a orar. Dirígete a Dios correctamente. Jacob llamó a Dios Elohim (poderoso es el Dios de Israel). Los israelitas también solían referirse a Dios con los nombres de Abba (padre) y Adonai (Señor, amo). Entre tanto que, en el libro de Éxodo, Dios se presentó ante Moisés como Jehová (YO SOY EL QUE SOY).
Existen diversas maneras de referirse al Todopoderoso; sin embargo, la más utilizada es el nombre por el que Él mismo se identifica, Jehová. Cuando ores, llama a Dios por su nombre, puedes alternar las diferentes formas de referirse a Él. De este modo, puedes expresar sus cualidades a través de cada uno de sus nombres.
Paso 6: Alaba a Dios y dale gracias
Eleva tus alabanzas y gracias a Dios. La primera parte de la oración debe ser alabarlo, reconocer Su poderío, Su señorío y Su magnificencia. De este modo, nos rendimos ante Su presencia y lo reconocemos como Señor de todo lo que existe, incluyendo nuestra propia existencia. Mostramos una actitud de sumisión ante Su voluntad.
Es como cuando te reúnes con tu jefe para pedirle un permiso. No vas al grano del asunto de una vez. ¿O sí? Generalmente rompes el hielo y luego mencionas el motivo por el que te querías reunir con él. Así es la oración a Dios.
Durante la oración a Dios también necesitamos romper el hielo, entrar en confianza con el Padre, dar gracias por todo lo recibido y por lo que, por fe, recibiremos de Él. Dios escucha todas nuestras oraciones, pero ¿no es Jehová un Dios de orden? La Biblia dice que sí. Así que hagamos una oración a Dios en orden.
Paso 7: Pide perdón
Pedir perdón es una parte esencial. “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, este es un fragmento de la oración modelo que nos dejó Jesús. Él mismo Dios hecho hombre nos mostró cómo mostrar humildad al reconocer nuestros errores.
Quien pide perdón reconoce que ha fallado, ese fallo se llama pecado y cada vez que se peca se abre una nueva oportunidad de perder la Salvación. Y no queremos eso ¿o sí? Como supongo que no siempre quieres Su favor, te invito a pedir perdón por tus pecados, aun por aquellos de los que no te acuerdes.
Paso 8: Intercede por otros
Interceder por otros es una muestra del amor que sentimos por nuestros prójimos. Estoy seguro de que no quieres que tus familiares se pierdan. Entonces, intercede por ellos. Pero aun cuando tus allegados, amigos o relacionados ya son cristianos, intercede por ellos.
Si en tu iglesia hay problemas financieros, intercede por la salud financiera de tu congregación. Si tu jefe tiene problemas para lograr los resultados, intercede por él y por la empresa. Muéstrale a Dios cuánto te importan todos a tu alrededor, intercediendo por ellos. El mismo Jesús intercedió por sus discípulos ante el Padre. #*Sigue su ejemplo: INTERCEDE.
Paso 9: Intercede por tu comunidad
Este es el noveno paso sobre cómo orar correctamente. Vas muy bien. Ya casi terminas.
Intercede también por tu nación y tu comunidad. Basta con leer la prensa para darnos cuenta de que en todas las naciones existen grandes problemas. Incluso los países nórdicos. Nuestro deber como cristianos es interceder por la nación donde nacimos y hacemos vida común. A continuación, algunas ideas para interceder por tu nación.
Piensa en el presidente de tu nación, en su gabinete y en los miembros del congreso. Ora por ellos.
Identifica las leyes que benefician a la gente y que están atascadas en el congreso. Intercede para que Dios desate los nudos demoníacos que las atrapan.
Intercede por los grupos que se identifican como enemigos de Dios. La venganza es mía, dice Jehová. Pero no ores por venganza. Al contrario, pide a Dios misericordia. Ellos también son creaturas de Dios y, mientras tengan aliento de vida, pueden arrepentirse y ser gente buena.
Ora por el vecino que le está haciendo la guerra a tu comunidad. Ese vecino que le hace la vida imposible a los demás. Predícale, pero también ora para que el amor de Cristo lo transforme.
¿Tu comunidad no tiene parque de esparcimiento? Ora. ¿El lugar donde vives es un punto de venta de drogas? Intercede para que Dios lo limpie. Recuerda que ningún problema de tu comunidad es tan grande que Dios no lo pueda resolver.
Paso 10: Pide lo que necesitas
Pide por tus necesidades. Ya despejaste tu mente; preparaste tu lugar de oración; alabaste y diste gracias; pediste perdón e intercediste por otros y por tu comunidad, Ahora llegó tu turno. Te toca pedir por ti. Decirle al Padre lo que necesitas. Directamente a Él. Sin intermediarios. Después de todo ¿No eres su hijo?
¿No dice Mateo 7:7 “pedid y se os dará”? entonces ¡Pide sin miedo! No importa lo grande que sea tu problema, Él está ahí para escucharte, y resolverlo. ¿No fue Jesús quien levantó a Lázaro del sueño eterno? Además ¿Quien le dio poder a los huesos de Eliseo para que levante al muerto?
¿Y si mi problema es pequeñito? No importa, presentarlo ante el Todopoderoso. Presenta los procesos gripales; las pequeñas alergias; las deudas irrisorias; el pleito con el vecino; la incomodidad con el hermano y los desaciertos en el trabajo.
Dios contesta nuestras peticiones, pero nos da la respuesta que necesitamos, que no siempre es la que queremos. Habla con Dios. Preséntalo todo en oración. En el menor de los casos, obtendrás dirección para resolver aquellas pequeñeces para las que no habías encontrado salida.
Paso 11: Cuéntale cómo fue tu día
Habla sobre tu día. Jehová es tu Padre Celestial. Y también es tu mejor amigo. Habla con Él. Así como hablas con confianza con tu mejor amigo de toda la vida, establece una relación de confianza con Dios. Aunque no siempre te responderá con voz audible ni de inmediato, Dios siempre te escucha.
Tu habitación es tu mejor confesionario, las rodillas son tu sillón de confesiones perfecto y Dios es tu psicólogo por excelencia. Cuéntele tus penurias, pero también lo bien que te sentiste cuando te distinguieron en el trabajo o en la universidad.
Habla con Dios de tus planes. Pregúntale si te estás esforzando lo suficiente para lograrlos. Incluso, pregunta a Dios si vas en la dirección correcta. Aprovecha ese momento para pedir Su dirección en torno a lo que quieres hacer.
Paso 12: Cierra en el Nombre de Jesucristo
Cierra tu oración. El pasaje bíblico de Juan 14:13-14 nos muestra como Jesús enseñó a sus discípulos a elevar todas sus peticiones en Su Nombre. Esta ordenanza viene acompañada de una promesa: “lo que pidas en mi nombre, Yo lo haré”.
Este es el paso final, y obligatorio de esta guía de 12 pasos sobre cómo orar a Dios correctamente.
Cerrar la oración en el Nombre de Jesús es sinónimo de obediencia. Además, consigues el golpe de efecto que necesita tu oración para que surta el efecto para la cual la estás haciendo. No lo olvides; siempre cierra tu oración con la frase “en el Nombre de Jesús, amén».
Los beneficios de aprender cómo orar a Dios correctamente
Obra milagros
Te acerca a Dios
Evita la tentación
Guía tu vida
Cómo hacer una oración a Dios correctamente: 12 pasos que te acercarán a Su presencia
El Ministerio de Oración del Proyecto Alcanzando Fronteras para Cristo es uno de los pilares de nuestra institución. Entendemos que sin oración se desvía la pureza espiritual y se evita una verdadera conexión con nuestro Padre Celestial.
La Buena noticia es que ahora cuentas con estos 12 pasos para que practiques cómo orar a Dios correctamente. Tómalo como una guía, hasta que te acostumbres y hagas de la oración correcta un hábito.
Floria a Dios por este artículo. Una de las cosas que le pido a mi Padre Celestial es que me enseñe a orar. Siento que aunque oro, necesito saber más. Esta es una muy buena guía. Pero como todo, la buena práctica hace al maestro. Gracias.